Sabías a lo que venías. Fue tu decisión. No puedes arriesgar todo a una carta. Supongo que confiabas en la suerte, tal vez en el destino. Lamento decirte esto, pero nadie juega con las cartas marcadas; por eso unas veces se gana, y otras se pierde. Ahora lo ves todo desde otra perspectiva, parece que un tornado ha dejado todo trastocado. Sube al árbol más alto, las cosas se ven siempre mejor desde arriba, supongo que está relacionado con el sentimiento de creerse superior desde allí. Por mi parte, suerte; es todo lo que me queda por decir.