miércoles

En lo que se tarda en fumarse un cigarrillo, me he dado cuenta, de todo aquello que hemos compartido.
El tiempo pasará antes de que podamos retrasar el reloj. Y no entenderemos bien nada de esto hasta que todo esté acabado. De setiembres a primaveras pasarán segundos efímeros que con los años intentaremos parar. El tiempo corre y es imposible perseguirlo. Valoremos esto como lo que es. No puedo explicarlo. Y no lo intentéis, pues vosotros, tampoco podéis. Desde aquí las cosas se ven diferentes, y por mucho que intenten entenderlo, no podrán. Ni siquiera nosotros podemos.  Disfrutemos esto; riámonos hasta el punto en el que olvidemos por qué empezamos a hacerlo. Compartir es vivir; pues, vivamos. Nosotros podemos, inventemos un guión que podamos saltarnos. Escribamos nuestro propio final; continuando el buen principio. Vamos a saborear lo insípido. A probarlo todo. A ver qué pasa. Vamos a dejar que el destino sea caprichoso y guíe sin limitaciones cada capítulo de todo esto.
 A la mierda el autocontrol.
Dicen que como en casa, en ningún sitio; mienten. Y me acabaréis dando la razón. O quizá no mientan; al fin y al cabo, esta es nuestra casa.

Se-acabó. No será de otra manera; esas dos palabras marcarán el final. Disfrutemos antes de que la arena se acabe y voltear el reloj no traiga más que problemas de una nueva vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario