martes

Si, espero que ahora, por fin seas feliz. Que quien te quiera sepa valorar tu sonrisa como todo lo que vale. Como lo que tú vales. Espero que todo te vaya bien. Que regales sonrisas y cobres entrada por formar parte de tu vida. Que elijas mejor a tus amigos y empieces a depender menos de los demás. También espero que mejore tu situación actual. Espero que madures (más). Que espabiles. Que te des cuenta de lo que pasa a tu alrededor. Que te enteres de una vez que no están raros los demás. Que la persona que está cambiando en todo esto eres tú. Que estás a lo tuyo y hace mucho que vives por y para. Que nos has cambiado por alguien. Que te alejas a la velocidad de la luz y que parece imposible que vuelvas. Pero haz memoria, te has llevado más de una decepción al engancharte a alguien. No es la primera vez que te pasa. Sinceramente, no eres alguien a quien conozca de hace mucho, pero te conozco; se que mereces la pena. No hagas que cambie de opinión. Te lo pido por favor; reacciona, cambia, vuelve a ser lo que fuiste. Si escribo aquí todo esto es porque siempre me dices que lo lees no? Pues date cuenta de una vez, de que no solo va conmigo la cosa. Es mucho lo que te juegas (en mi opinión) y de corazón... Se que no me vas a hacer ni caso, que puede que ni siquiera te des por aludida o que pidas opinión a varias personas a cerca de qué opinan de todo esto. Opina tú. No ellos. No es cosa suya. Es cosa del tiempo; mi madre siempre ha dicho que es muy sabio, que el paso del tiempo pone cada cosa en su sitio. Así que confío en él para que te traiga de vuelta. Y te espero. Para darte la palmadita en la espalda cuando te des cuenta del error. Para levantarte cuando la misma piedra de siempre te vuelva a hacer caer. Estoy aquí para que, cuando quieras, vuelvas y pueda ayudarte a quitarte la venda de los ojos. Todavía confío en que puedes hacerlo, y tú sabes como.

No hay comentarios:

Publicar un comentario